sábado, 20 de noviembre de 2010

Centro de Arte - Arquitectura Colonial




Rodeada por un contexto moderno, se encuentra hoy la antigua  casa de la Hacienda Santa Ana, la cual fue construida como otras aisladas casonas de hacienda al Este de Caracas, cuando la ciudad contaba con dos siglos de fundada . Y si bien pareciese este período  suficiente para el desarrollo de la ciudad, en el caso de Caracas, significaron  tiempos de inamovilidad para su progreso.




Dos terremotos devastadores, epidemias, una lenta actividad agrícola y la inestabilidad política, predominaron hasta mediados del Siglo XVIII, cuando la Arquitectura disfruto de un modesto aliciente por los beneficios de la mejoría económica de un sector. Esto ocurrió en ese momento en Venezuela, a raíz de la constitución de la Compañía Guipozcuana y sobre todo la posterior libertad de comercio a hacendados-comerciantes criollos, una vez ocurrida la eliminación de privilegios a esta compañía.


La Casona de la Hacienda La Floresta, refleja, para este caso, la tipología de arquitectura colonial de las haciendas cafetaleras. Arquitectura surgida como expresión de la realidad de la Capitanía General y de los orígenes sencillos de la provincia de Caracas, sin ninguna intención de aparentar ni posibilidad de hacerlo. Para el tiempo de su fundación, la ciudad de Santiago de León contaba con  pocas y sencillas casas. Estas, construidas de palos de madera clavados en la tierra, paredes de tapia y techos de paja y caña. Unas pocas no más de cuatro casas y la iglesia estaban construidas de tapia, piedra, ladrillo y techos de teja.


En aquel momento el Padre Pedro Ramón Palacios y Sojo, habitante de la estancia y tío abuelo del libertador, acostumbraba realizar tertulias en torno a la música y la toma de café, de allí se origina la primera escuela de música del lugar. Era el tiempo de una Caracas alegre y sujeta a celebraciones además del progreso de las ciencias y las artes.

En una ciudad en cuyos orígenes al igual que otras ciudades americanas de la colonia, habían sido  trazadas con un carácter práctico más que ornamental, en Caracas, además, su arquitectura sencilla y desprovista de ornato recibía para esta fecha la elaboración de algún elemento como los portales lobulados en sus casas más importantes del centro. En el caso de las casonas de hacienda pareciese que su arquitectura también adquirió algunos elementos como columnas, puertas y hasta los espacios que la conforman, reflejan una provincia con una condición económica mejor.
Como todas las casas de la época fue restaurada después del terremoto de 1812 para que funcionara como las oficinas del beneficio del café. Hoy perdura la casona y sus distintos ambientes como el patio de secado, el de lavado, el área de almacén, la sala de trillado, las caballerizas y ambientes interiores que hoy funcionan como salas de exposiciones para la difusión de la fotografía y el diseño. Sus jardines al igual que ayer, acogen hoy actividades musicales.  


sábado, 13 de noviembre de 2010

Arquitour - Arquitectura Moderna



El edificio Atlantic es un proyecto del Arquitecto Italiano Angelo di Sapio para la VARCO, Venezuelan Atlantic Refining Company en el año 1957. Está ubicado en la avenida Andrés Bello de la Urbanización Los Palos Grandes y construído como parte de una serie de edificios para el sector petrolero que se establecía en esta zona de Caracas.
La estética de este edificio  aportó a su entono una favorable imagen basada en su elegante volumetría y aspectos cromáticos. Fue un diseño innovador para el momento, mas   discreto en los detalles que lograron proporciones  coherentes sin pretensiones inadecuadas. Hoy lo apreciamos en sus elementos de fachada e interiores.  Con una simple observación nos proporciona la riqueza de su caracter mantenido a traves de varias décadas.




Para el momento de su construcción solo existiría la verticalidad de los altos árboles circundantes que enfatizaban la gradual inclinación que se crea hacia el exterior del edificio desde su base, hasta su última planta. Los aleros siendo curvos le añaden otro aspecto enriquecedor al que lo observa desde la acera. Ambos esfuerzos conforman la percepción de una superficie alabeada.





La modulación de las ventanas responden únicamente a su función, mas logran una trama moderna con elegancia en sus proporciones. Sin embargo la tecnología disponible ayuda con el aporte de la trama de los espesores de los perfiles metálicos que luego desaparecieron en edificios más recientes.  El detalle se percibe en la búsqueda de un corte del vidrio a tamaño conservador y un área traslúcida con la libertad que le permite la industria y las nuevas proporciones de diseño.




Los murales de las fachadas, surgen de manera insinuada con sentido de fluidez pautado por todas sus líneas y por los planos que estas conforman. Trazos cromáticos sin la policromía del trópico,  más bien en respaldo a una empresa de actividades profesionales de la época. Y de allí su valor al integrar el nivel de acceso, un poco más elevado que la calle pero evidentemente abierto a la libre entrada.




Faltan por describir los acabados, estructura, espacios entre otros elementos no menos comprometidos con su valor, así como la importancia de criterios de este diseño aún vigentes en proyectos de hoy  pero de los que hablaremos en otra oportunidad.  

Arquitour con el CAV y el Rotary Club Chacao




El  Arquitour Chacao con el CAV, disfrutó de un grupo de participantes provenientes de una reconocida organización.  Se trata del Rotary Club Chacao, cuyos integrantes de manera activa e involucrados con la comunidad y el que hacer nacional en sus distintas profesiones y actividad social, decidieron disfrutar de la oferta que nos brinda en este particular el Municipio Chacao.

La acogida del grupo hacia la  guiatura arquitectónica del CAV  y costumbrista por parte de turismo Chacao, estuvo complementada por interesantes comentarios de los participantes. Por momentos la dirección de la ruta parecía generada por el interés de los Rotarios que de manera anecdótica y natural nos enteraban de muy buena información en referencia al lugar a sus edificios y hasta particularidades de los proyectos arquitectónicos.

De la modernidad que predomina en la muestra arquitectónica de Caracas y  más aun en la zona que visitamos, pasamos a dedicarle ratos a la Caracas del S XVIII, que no es parte de nuestros recuerdos pero que permanece en la memoria del colectivo. Esos lugares y edificaciones que de ninguna manera sugirieron lo que sería en el futuro  este lugar pero que permanecen y evidencian lo que significaron. Podríamos decir que nos movimos por una ruta de contraste histórico.





La gastronomía esta vez tuvo dos momentos importantes, adicionales al almuerzo. El primero en el mercadito de los Palos Grandes con empanadas y café que recibieron elogios de los que decidieron desayunar junto al grupo, antes de comenzar el tour. Aunque fue actividad fuera del programa, los comentarios le dieron gustoso inicio a la charla del tema que nos reunía y a algunos calmó la ansiedad por la expectativa de todo lo que íbamos a emprender.


Otro momento para degustar fue en el Mercado de Chacao con un festival gastronómico. Las mismas personas que casualmente se deleitaron con el desayuno volvieron a probar con otra opción ya más  formal y de igual manera enriquecieron la ruta con  su satisfecha curiosidad por tan variada oferta para el gusto gastronómico.


Sin duda la amistad  previa al evento,  provocó una participación muy fluida durante todo el trayecto. La cordialidad del que disfruta de algo que se tornaba más interesante y ameno a medida que ocurría, estuvo presente y permitió disfrutar aún más de la ciudad  de la que usualmente queremos huir un fin de semana.