jueves, 21 de abril de 2011

Ciudades Cristianas – Planeadas y de Crecimiento Orgánico – España Septentrional

La región septentrional de España, permaneció libre de la dominación islámica, los establecimientos urbanos que se implementaron, fueron modelos parecidos a los del resto de Europa occidental. El limitado potencial agrícola de esta zona no fue capaz de sostener un número de ciudades mercado como en el del resto de Europa, la proporción era más elevada en el número de burgos de origen militar sólidamente fortificados.

León. Plano viario, a principios del siglo XI.
Como resultado de la ocupación romana de España, algunas de las ciudades del norte presentaban un trazado de retícula regular, el cual perdió su uniformidad rectilínea en algunos casos como resultado del resurgir de la actividad económica y en otros casos por la continuidad de los trazados no planeados, previos a la ocupación romana, los cuales se habían conservado como preexistentes. Para los siglos XIII y XIV las ciudades de origen romano alcanzaron características planimétricas similares.
León representa un ejemplo de urbe romana que comprendía una fortaleza romana en retícula regular y asentamientos extramuros que se desarrollaron sin planeamiento previo, para la población civil romana. Esta ciudad fue  tomada por los visigodos, mas tarde en dos momentos por los moros quedando destruida hasta su recuperación y reconstrucción definitiva. Alfonso V la establece como residencia de la corte a principios del siglo XI, cuando sorprendentemente aun conserva la retícula romana.

Burgos
En 884 el conde Diego Rodríguez Porcelo, según parece funda la ciudad de Burgos como nuevo asentamiento urbano desarrollado alrededor de un castillo. Otras ciudades se fundarían bajo este esquema llamado burgo y se desarrollarían alrededor de un núcleo aldeano fortificado a diferencia de la antes mencionada. La ciudad se estableció en la cima de una colina con el fin de controlar puertos de montaña, cabezas de puente y otros lugares de importancia estratégica. Desde la cima se dominaba la ciudad civil desarrollada dentro de sus propias fortificaciones.
En el caso de Salamanca, sigue a sus previas ocupaciones por los celtas, romanos y moros su repoblación por los cristianos y con una superficie amurallada de aproximadamente 100 hectáreas, representa las ciudades de la España septentrional, que alcanzaron el rango de tales, a partir de aldeas como consecuencia del aumento de la actividad económica. Estos asentamientos no fueron comunes debido al bajo potencial agrícola de la zona.


Salamanca

La ciudad de Santa Fe fue fundada como base militar estratégica, que como otras ciudades nuevas planeadas, para asegurar los dominios aun en litigio. Se recurrió a la utilización del plano en retícula para poder acoger lo más pronto posible a los colonos con el incentivo de cederles solares edificables y tierras de cultivo entre otros incentivos financieros. Estas ciudades toman importancia, por la influencia que tuvieron en la política de asentamiento colonial adoptada por los conquistadores en Hispanoamérica.

Fuente texto e imágenes.
Historia de la forma urbana
desde sus orígenes
hasta la Revolución Industrial
A.E.J. Morris
G.G.

La forma urbana islámica de España de los siglos VIII al XIII

Los cambios ocurridos después del período de ocupación romano, en la morfología de los asentamientos urbanos de la España islámica, diferenciarán las ciudades de esta región meridional y central, de las del Norte de este país y del resto de Europa occidental. Tras la caída del Imperio Romano en el siglo V y la conquista de Europa por las tribus bárbaras, los principales asentamientos romanos sobrevivieron, aunque sus planos en retícula se vieron modificados por procesos orgánicos.
En las ciudades islámicas el núcleo estaba constituido por la “medina amurallada” que contenía la Principal Mezquita del Viernes, el mercado central y el complejo comercial estrechamente circundado por los barrios residenciales. El crecimiento de estas ciudades no respondía a un plan pero no era descontrolado, respondían a un crecimiento que desde un núcleo se iban añadiendo sin un límite de extensión territorial predeterminado.

Toledo. El trazado de calles y callejuelas de los siglos VIII al XI,
 a perdurado hasta la época moderna.

Las casas no se agrupaban en base a un plan impuesto por una autoridad superior, sino según lo disponía cada grupo familiar. La importancia concedida al hogar familiar en las ciudades islámicas tuvo varios efectos determinantes en su forma física. Las paredes de las fachadas eran lisas, sin ventanas, solo encontramos la puerta de entrada a la vivienda. Las ventanas abrían hacia un patio interior el cual permitía el paso de la brisa que se refrescaba al pasar por las áreas protegidas del sol.
Para acceder a las viviendas se tomarían sinuosos callejones estrechos  sin salida que solo conducen a las casas contiguas que allí se encuentran. Esto produce un efecto visual de laberinto de la forma urbana residencial islámica.  Existían unas pocas calles principales y transversales que conducían a los centros públicos. Las mezquitas para el culto público era el lugar que reunía a los fieles para orar.

Granada. Una parte de trazado islámico,
otra más lineal a causa de la topogrfía.
La mezquita comprende, tradicionalmente, un edificio cuyo espacio interior muestra numerosas columnas que abren hacia corredores porticados y un patio abierto al frente. Los cuales constituyen los únicos espacios abiertos de la ciudad junto con las calles principales, las zonas del mercado y las plazuelas formadas por las callejuelas residenciales con carácter semipúblico.

Córdoba. Plano viario de mediados del siglo XIX.
El mercado se encontraba separado de la actividad doméstica, no era parte de las áreas en el frente de las fachadas que dan a la calle y complementan la actividad comercial de la plaza al aire libre como en las ciudades medievales del resto de Europa. El mercado de estas  urbes islámicas estaba dispuesto por mercaderes en estrechos callejones cubiertos para protegerse del sol. Cada callejón alojaba una rama particular de comercio. Adyacente a una de estas calles estaba el bazar, un edificio cubierto y que podía cerrarse con llave, en este trabajaba los tejedores y se elaboraban y almacenaban otros productos de valor. Cerca de las puertas de la ciudad se ofrecían los productos frescos traídos de las zonas rurales. Los ceramistas y curtidores se ubicaban en uno de los extremos de la ciudad para evitar molestias causadas por sus actividades. Las casas de baño se encontraban en todos los barrios debido a las abluciones que imponía la ley islámica.

Fuente texto e imágenes.
Historia de la forma urbana
desde sus orígenes
hasta la Revolución Industrial
A.E.J. Morris
G.G.

domingo, 3 de abril de 2011

La Ciudad Colonial y su Centro

La creación de ciudades y su administración ulterior, se hallaba sujeta a las instrucciones reales procedentes de Sevilla, cuya formulación repondía a la experiencia de los primeros colonizadores, en base a los informes presentados. Estas comenzaron con unas simples directrices generales que se dieron a Nicolás de Ovando en 1502, pasando a tener mejor definición en 1513 con las instrucciones dadas a Dávila, hasta alcanzar las ordenanzas generales de 1521, promulgadas por Carlos V. Esto deriva, en la elaboración de una guía mas que  prototipo de pano de ciudad, que no especificaba el uso del trazado reticular aunque fue el predominantemente utilizado.
                                      
Buenos Aires, 1822


En 1573 Felipe II promulgó un real decreto por el que debía regirse la creación y planificación física de las nuevas ciudades, en los territorios de la corona en América y se aplicó de igual manera, hasta en aquellas ciudades fundadas en lo que sería más tarde los EEUU.  Esta legislación, “Recopilación de Leyes de los Reinos de las Indias”, se publicó oficialmente por la Corona en 1681, mas no se cumplió estrictamente, lo que representó variaciones en los trazados de esquemas similares.
El elemento central de la ciudad española era la plaza, en las ciudades de la costa estas se ubicaban cerca al mar, de forma rectangular con su longitud de un lado y medio de su ancho. El tamaño debía ser proporcional al número de habitantes y a su futuro crecimiento.  
Cartagena de Indias

La iglesia debía ser el edificio dominante de la plaza de  la cual partían dos calles, de sus esquinas orientadas según los cuatro puntos cardinales y una calle de cada punto medio de sus lados. Algunas ciudades no trazaban las calles que partía del medio de los lados de la plaza, lo que coincide con el tratadista romano Vitrubio en la poca eficacia de calles con disposición a 45º con respecto a los puntos cardinales. De igual manera se atribuye el uso de la retícula a la influencia de estos tratados, más que a los motivos prácticos  que se le atribuyen.
Tanto la plaza como las calles principales que parten de ella, se planeó que se le edificaran pórticos  para ventaja de los participantes de las actividades comerciales que allí se realizaban. Según el clima, si era cálido las calles se recomendaban estrechas y amplias para regiones frías. En caso de requerirse por defensa, las calles debían ser amplias por requerimiento de la caballería.
San José, Chiquitos, Bolivia.


La iglesia debía ubicarse retirada de la alineación de la plaza para valorizar su imagen, retirada de los otros edificios para  permitir la vista de sus fachadas y elevada del nivel de la calle por escaleras que conduzcan a su entrada.
Planeamiento inicial de Buenos Aires


Los solares que rodeaban la plaza no podían otorgarse a particulares, estos estaban a disposición de edificios públicos como el hospital de los pobres para enfermedades no contagiosas, se destinaban áreas para tiendas y residencias de comerciantes y para los primeros colonos a los cuales se les adjudicaba por sorteo.


Fuente texto e imágenes.
Historia de la forma urbana
desde sus orígenes
hasta la Revolución Industrial
A.E.J. Morris
G.G.