La edificación a restaurar es un bien sujeto a estudios de campo para recabar toda la información en relación a su arquitectura, historia y determinar su estado de conservación. Por otra parte la intervención de este con una nueva propuesta arquitectónica, responde al programa de áreas del Proyecto y a su entorno.
La dimensión espacial creada por el entorno inmediato, sugiere una solución formal a la arquitectura que se insertará en la edificación con valor patrimonial. Esta considera en su diseño elementos con vida propia y aporta la expresión de un lenguaje cuya combinación permite que la nueva propuesta domine el espacio que le pertenece y no resulte subordinada al estilo existente mas sin predominar sobre este.
La creación de una obra arquitectónica formal con una estética estilística tradicional y contemporánea, abarca también el contexto y refleja equilibrio, cuyos elementos muy bien definidos, cada uno en su estilo, interrelacionen sus formas apropiadamente dentro de su momento cultural e histórico.
Cada elemento debe aparecer como parte de un espacio más amplio y cada elemento debe componerse de formas que adecuadamente se articulen en él y nos permita apreciarlo como un objeto aislado.
Nos referimos de manera amplia, al cielo raso, al techo, al piso, a los corredores interiores y exteriores, a las aberturas de la superficie de las fachadas, de las paredes interiores, a las escaleras, a el piso exterior e interior, a las texturas, colores, a la iluminación y como todos estos elementos se van adosando como parte de un todo conservando su estilo formal.