En esta segunda década del siglo XXI nuestro sistema de asistencia médica se encuentra bajo enormes presiones que inducen a cambios para reducir los costos de servicios a la sociedad y al mismo tiempo proveer una respuesta que más se adapte a los usuarios.
No era frecuente la redefinición de una industria que sirviera a todos en tan diversas opciones, mas el papel de las organizaciones de asistencia médica privada han sido reinventadas no solo en sus instituciones, sino en la organización de los profesionales de la salud y de los espacios físicos que ocupan.
Tradicionalmente la población con edad avanzada han sido los usuarios más abundantes de los servicios de cuidado de salud y con una tendencia demográfica en aumento de este grupo, las organizaciones responden a la presión de las aseguradoras y a la sociedad para mantener bajos los costos de estos servicios.
En los últimos cuarenta años hemos pasado de un sistema privado que manejó excedentes que permitió a médicos e instituciones reinvertir, aseguradoras que pasaban los costos a los usuarios y estos últimos que disfrutaban de un espectro de alternativas para escoger sin restricciones de uso debido, a las limitantes de costos y operaciones administrativas.
Las clínicas y los médicos se han encontrado en la posición de mantener los costos a través del aumento de servicios a proveer. Por otra parte las compañías de seguros en respuesta a clientes con grandes cuentas como corporaciones, variaron los beneficios y se estableció la disminución de algunos aspectos de los servicios médicos, como la reducción en el tiempo de estadía en las clínicas y aumento de la atención de los pacientes en ambulatorios.
Los trámites para los reembolsos, siendo cada vez más exigentes ponen el riesgo de los costos del cuidado de la salud en las instituciones que proveen estos servicios y no en las aseguradoras. Aparecen las organizaciones de asistencia médica integral y las clínicas ramifican y ofrecen servicios que incluyen cuidado ambulatorio, cuidado en el hogar, cuidado a los pacientes crónicos y cuidado para los ancianos.
Todos estos aspectos entre otros determinados por la exigencia de usuarios informados que reclaman un servicio conveniente y confiable han orientado a las organizaciones a enfocarse en mejorar la experiencia del encuentro entre el paciente y el profesional de la salud que los atiende. El paciente desea sentirse valorado, la calidad de este encuentro es siempre recordada por el usuario.
La necesidad para una atención médica conveniente ha estructurado un servicio que le sea atractivo al paciente donde los profesionales de la salud, la tecnología, la información y el paciente confluyan de la manera más efectiva para limitar la cantidad de tiempo y el número de pasos requeridos para cualquier experiencia de asistencia médica, bien sea examen, diagnóstico o consulta, todos deben darse dentro de un tiempo encapsulado y bajo la misma calidad de ambiente.