Fortín de San Francisco
Los
castillos de la época medieval albergaban las lujosas habitaciones y salones de
los señores, eran fortalezas que también alojaban sala de armas, capilla,
alojamiento para la guarnición y caballerizas entre otras áreas. La forma por
lo general era cuadrada con una torre de homenaje lujosamente ornamentada en el
centro y cuatro grandes torres flanqueantes, todo rodeado por el pozo. En el
siglo XVI cambia la artillería a una de mayor alcance y potencia y los castillos
se convierten en fortalezas y aparecen los baluartes con forma de punta de
flecha.
De
la arquitectura militar de Francesco di Giorgio Martini en la transición de los
castillos de la Edad Media a las fortalezas y sus elementos bastionados, se
trata su intervención en esta área al servicio del Reino Aragonés de Nápoles a
finales del siglo XV. Este pintor, escultor e ingeniero militar construyó
murallas para la protección de ciudades y los primeros ejemplos de
fortificaciones de forma estrellada.
La
arquitectura de este fortín muestra una personalidad propia por su
irregularidad generada por la adaptación al terreno y la falta de un arquitecto
o ingeniero que elaborase un proyecto. Sin embargo refleja como referente a los
fortines que se construían para el momento en América. Sus elementos
ornamentales derivan de la arquitectura española como son las rejas, el frontón
de su entrada, las puertas de madera y la herencia romana en lo macizo de su
construcción, arcos y uso mixto con el dintel de piedra y madera. Así como el
uso de los pisos de arcilla en los interiores y piedra en el exterior.
Solano
describe así al castillo de San Francisco: “Está en la orilla meridional de
aquel rio –habla del Orinoco- levantado el castillo sobre un peñón y al pie
oriental de un cerro elevado y pendiente
en figura de un trapecio cuadrilátero de ciento y veinte pies de largo por
setenta de ancho: tiene en los ángulos occidentales dos baluartes y en su
costura la puerta sobre el cordón: en el ángulo oriental-septentrional tiene un
Baluarte con solo un fuerte: en el oriental-meridional salen dos frentes que
flanquean el del Baluarte occidental-meridional y el flanco de un medio
Baluarte que se avanza sobre el lado menor para incluir un peñón que está seis
pies más alto que la plaza de armas del castillo y no obstante que han
terraplenado hasta cubrirlo y levantado la muralla correspondiente, sale en
falda el cordón y facilita el asalto: es de poca resistencia la fábrica y no
está defendida de foso ni estacada. Un Capitan castellano y Comandante de la
Provincia, un teniente, dos alféreces y cien hombres es la tropa de su
dotación. Está artillado con dieciocho cañones de seis hasta veinticuatro y el
oriental o caballero coronado de pedreros a metralla: tiene un almacén de pólvora
a teja vana y provisto escasamente, las suficientes balas para los cañones
montados, un simple y estrecho alojamiento para cuarenta hombres, almacén para
un mes de víveres, y el agua del río al zócalo del frente septentrional” (1)
(1)José
Antonio de Armas Chitty, Guayana Su Tierra y Su Historia, Ed. MOP, Caracas,
1964.
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