Planta trazada por Tiburcio de Aspe 1675 |
En la planta elaborada por el gobernador Aspe en 1675, es importante mencionar que fue trazada por alguien que no contaba con el conocimiento para expresar en un dibujo las formas, proporciones y medidas más acordes con lo construido, sin embargo elaboró un documento que materializo su valiosa iniciativa. En la imagen de este documento, a la cual hemos tenido acceso para efectos de este trabajo, no se logra entender el contenido de la leyenda mas se aprecia una breve referencia a los ángulos que definen la forma de su planta. Pareciese que en la silueta expresada con gruesa línea compuesta por una doble línea rellena, se identificase los salientes de la planta con letras de la “A” a la “E” comenzando en la esquina derecha superior y siguiendo un orden en sentido contrario a las agujas del reloj. En esta leyenda, pareciese entenderse que se hace referencia a las distintas construcciones ubicadas sobre el terraplén y las enumera para su identificación. Presenta una escala gráfica con numeración que apenas se puede leer en orden ascendente de izquierda a derecha con una nota ilegible.
Plano del Castillo de San Francisco por Pablo Díaz Fajardo |
El
plano elaborado por Pablo Díaz Fajardo en 1733, como lo expresa el texto
consultado, cuenta con una precisión lograda por un ingeniero. No se logra
entender la leyenda y notas, mas pareciese que el ingeniero propone mejorar las
funciones con áreas adicionales y otra organización de las estancias. Se aprecian los elementos que componen el
terraplén, las distintas áreas, el sentido de la escala en la expresión de los
espesores de las paredes y muros.
Agustín
Crame elabora un plano en 1777, el cual parece reflejar el fortín como se
encontraba construido sin proponer ningún cambio a su planta. Este plano
muestra la formación rocosa sobre la que se funda el castillo y se aprecia el
inconveniente de la prominencia de estas a través del terraplén, lo que debió
haber condicionado las funciones del fortín.
Este
fortín es de áreas sencillas y pequeñas de acuerdo a sus dimensiones y
funciones. En su interior apreciamos espacios abovedados. Sus desniveles le
imprimen adaptabilidad a las condiciones del terreno. Sus plantas responden
mayormente a sus funciones. Los muros en ángulo de sus fachadas están definidos
por las líneas de fuego que provienen de sus cañoneras.
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