La
conquista de la cuenca del Mar Caribe se caracteriza por el asentamiento y
fundación de ciudades costeras. En la costa que hoy pertenece a Venezuela, la
ciudad de Coro se convierte en acceso a territorio continental,
posteriormente a los intentos fallidos en las costas orientales, frente a la
isla de Cubagua. A esta fundación le sigue la del Tocuyo en 1545, centro de
expediciones importantes para la expansión de asentamientos en el territorio.
A continuación, Barquisimeto, Valencia, Mérida, Trujillo, San Cristobal y otras
ciudades de menor prosperidad hasta la fundación de Caracas.
Entrada al Fortín de San Francisco
El
plan de conquista respondía a la fundación de establecimientos que permitiesen
someter los nativos, expandir, controlar e imponerse en un territorio más
amplio. En la América hispana la campaña del conquistador finalizaba con el
trazado del asentamiento y la repartición de los solares para lo que se adoptó
un trazado con la disposición de tablero de damas. Se buscaban resultados
prácticos en referencia al replanteo, distribución y defensa de estos lugares.
Estos soldados de escasa cultura y conocimiento técnico, tenían a su cargo
estos trabajos que acometían de manera pobre y simple.
Las
disposiciones orientadoras para la fundación de ciudades contempladas en las
leyes de indias, fueron aplicadas en líneas generales, no se cumplieron en su
totalidad. Tampoco la influencia de los trazados ideales de los tratadistas
producto de los conceptos del renacimiento. En contraste, las técnicas del arte
de las fortificaciones se impuso con
toda su amplitud, dada la necesidad importante de su correcto funcionamiento.
Vista del río Orinoco
desde la plaza de armas del Fortín de San Francisco
En
la geografía desconocida que le toco al español guerrear con poblaciones
hostiles, el instrumento legal de las Leyes de Indias y la fácil utilización
del plano en forma de tablero de ajedrez, le facilitó al fundador el
replanteo del terreno y la repartición de solares. El tiempo era breve para
someter a los indígenas, trazar el asentamiento, construir y arar. Se requerían
soluciones prácticas, fáciles y expeditas para haber logrado la fundación de
tantas ciudades en el lapso utilizado y en un territorio tan extenso.
Fortín San Francisco de Asis
En la
primera mitad del siglo XVI, Venezuela presenta escasa actividad económica, la conquista se dedica a
exploraciones sin un objetivo definido, lo que las hace infructuosas. No existía
una política de colonización, en contraste con México y Perú, que presentaban una actividad de
conquista que por sus resultados se consideraba fabulosa, lo cual contribuyó a ver como precarios, los
avances dentro del territorio venezolano, cuya búsqueda se orientaba hacia la
fantasía de El Dorado. Durante este
siglo las exportaciones venezolanas constaban de pequeñas partidas de oro que
esporádicamente salían por Borburata y La Guaira, esclavos indios, perlas, maíz
y especies vegetales de uso medicinal. En los veinte años entre 1564 y 1582,
llegaron solamente, a las costas venezolanas, tres naves procedentes de Sevilla.
En
el siglo XVII el desarrollo de la actividad agrícola de plantaciones, indujo a
la necesidad de mano de obra por lo que los propietarios de tierras e
instituciones solicitaban mano de obra esclava, la cual se satisfacía con la traída de estas personas.
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