domingo, 9 de diciembre de 2012

Época Colonial - Sistema de defensa del Caribe - Características


El objetivo de la fortificación es aumentar la capacidad de defensa y ataque de un lugar y para el caso del Caribe se proyectaron aquellas que además pudiesen perdurar durante tiempos de paz y guerra debido a su alto costo y prolongado tiempo de construcción. Los materiales que se utilizaron fueron en base a piedra por su resistencia con la finalidad de crear espesores que resistiesen los impactos de las bombas de ese momento. La defensa y ataque se hacía con infantería y artillería, utilizando caballería para los alrededores. Como obstáculo de defensa principal se excavaba un foso, con la tierra extraída se producía un montículo para la construcción del terraplén, área de ataque protegida por los parapetos que cubrían de los ataques a la infantería.
El Fortín de San Francisco
 

Estas obras en general, respondían a una geometría reflejada en sus plantas con un área central o Plaza de Armas de donde  parten entrantes y salientes en algunos casos regulares y en aquellos irregulares era por adaptación a los terrenos. Así se construyeron fortines, reductos, Fuertes, Plazas de Guerra, los cuales trabajaban aislados o como un sistema de defensa apoyándose o dando apoyo.

Los sistemas también eran el conjunto de elementos que conformaban los frentes abaluartados de los fuertes, con similitudes según los ingenieros que los solucionaban fuesen españoles, italianos, franceses u holandeses. El sistema italiano lo aplicaba Bautista Antonelli siendo el más difundido en Centro y Sur América, Cuba y Puerto Rico. Los sistemas franceses solo fueron utilizados en Cartagena de Indias.
Fortín de San Francisco
 

Dentro de los tipos de edificaciones de defensa construidas en el mar Caribe, se encuentran los Reductos, son las más simples de las fortificaciones para tropas poco numerosas y la defensa de un territorio pequeño. Su forma cuadrada generalmente la de la traza de línea de fuego con espesores de parapeto igual en sus cuatro lados. Sin salientes.

Se construyeron fortines con mayor capacidad, de ángulos salientes y entrantes alternados. Las caras del baluarte con inclinación no menor a 60º, ángulo aconsejable para el cruce de fuego en la defensa de los flancos. La forma de la planta de estos fuertes abaluartados o bastionados conformaban un polígono con un máximo de seis lados, si el número de lados excedía esta cantidad, ya formaban una plaza de guerra.

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