domingo, 9 de diciembre de 2012

Fortín de San Francisco - Geografía del Lugar - Ubicación, población y clima -


 La selva interpretada con sentimientos de encanto, se convertía en arduo medio de acecho por sus habitantes, fauna y aislamiento hasta acabar en muchos casos con la salud de los conquistadores. Una tierra de geografía desconocida para los europeos del siglo XVII,  de la cual tenían un concepto distante de la realidad. Los sueños extendían la expectativa acerca de este lugar.
Fortín de San Francisco

Las capitulaciones de Ordás, Ortal, Despes,  referían (1) de 2 o 300 leguas de distancia con derroteros trazados sin orden. Entre Paria y el Amazonas los límites son imprecisos lo que generó constantes intrigas y disputas entre los Capitanes. En Cubagua apresan a Ordaz por extralimitarse de jurisdicción. Antonio de Berrio funda una población en Trinidad a pesar de la oposición de Francisco de Vides, gobernador de Cumaná. En la región de Unare se genera disputa entre Ortal y Sedeño en la tercera década del siglo XVI lo que demuestra el desconocimiento de los términos de sus territorios.
Batería de San Diego

Guayana se entiende como una extensión de selva, llanuras y ríos al Sur de la provincia de Venezuela. En el Meta se narraba de la existencia de oro, la riqueza de la Laguna Parima. Le sigue la atracción de Manoa, (1) El Dorado el sueño de Paitilí del hombre envuelto en polvos de oro en Guatavita.  El Dorado era magnificado con la intención de motivar el patrocinio de los viajes. En el caso de Berrío dispone de su fortuna y su esfuerzo en la empresa de la zona, llega a Trinidad y muere en el Orinoco, a pesar de su empeño no tuvo el apoyo de la Corona. Hutten, Benalcazar, Quesada, Pizarro, Ordás, Herrera, Sedeño, Ursúa, Serpa, Berrío, Raleigh fueron en busca del Dorado. (1)

Felipe Salvador Gilij, jesuita, nos muestra (1)  en su obra testimonio que la creencia más acentuada de los indios de Guayana era la esperanza. El dios Amalivaca vestido de blanco llega como hombre, procrea y luego parte en una canoa hacia el otro lado del mar.
Vista de la Batería de San Diego desde San Francisco

Esta misma idea de esperanza se encontró en los Otomacos y Yaruros del Capanaparo quienes si se creían mortales mas con una vida mejor después de esta, al lado de Kuma.  Carapaica de los Tamanacos decía que todos eran descendientes de un mismo hombre dejando en el alma colectiva el sentimiento que regresará. Hace creer a  la tribu de los Tamanacos que serán inmortales y solo su piel mudarán a través de su descendencia rejuvenecerán perpetuamente,  mientras que los Sálivas creían que descendían del sol, de los árboles, de las frutas, llamaban madre a la tierra.

El descubrimiento del Dorado promueve expediciones que fracasan como la de Hutten en su viaje al país de los Omeguas y el de Maraver de Silva al Moroco o al Esequivo, las de los Quesada, Benalcázar, los Pizarro, sin embargo no desalientan a Antonio de Berrío heredero del poder político de los Quesada y siempre dispuesto a penetrar el Orinoco.
Fortín de San Francisco

En 1595 ocurren hechos que amplían el ámbito de la penetración extranjera en esta región, Sir Walter Raleigh, expedicionario inglés, historiador, poeta, humanista ataca los contados soldados de Berrío, apresa al gobernador a quien le dispensa caballeroso respeto y de quien conoce la versión de Martínez sobre el Dorado.

Raleigh deslumbrado ante la vegetación de las selvas del Delta elabora su trabajo El Descubrimiento del vasto, rico y hermoso imperio de Guayana, con lo que expone a Guayana al mundo durante la Colonia. Allí describe, “… Colinas que se alzaban dispersas en los valles, Llanuras sin arboledas, cubiertas de pasto verde. Cruzaban los venados como estrellas fugaces; y cantaban los pájaros en incontables orquestas y garzas y cigüeñas blancas, carmesíes o rosadas, y un aire en correría desde el oriente, y entre todo esto cada piedra nos prometía emporios de plata y oro.” (1)
(1)José Antonio de Armas Chitty, Guayana Su Tierra y Su Historia, Ed. MOP, Caracas, 1964.

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